Para ser exactos, London Calling no es de los 80. Exactamente, es de diciembre de 1979. Pero, por un mes, ¿a quién le importa si es una de las mejores canciones no solo de la década, sino también de la historia? Todas y cada una de las creaciones de The Clash están tocadas por la varita mágica de la buena música, pero este tema ha perdurado como un verdadero himno de los ochenta.
The Sex Pistols fueron el impacto; The Ramones, la rapidez y la diversión; The Clash, la elaboración y la denuncia. El punk tuvo uno de sus máximos exponentes en esta banda que se formó en Londres en 1976 y que consiguió ser el segundo grupo más famoso de su país (solo por detrás de The Jam).
Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Topper Headon eran los cuatro miembros de «the only band that matters» («la única banda que importa»), como los definió la CBS, su discográfica. La calidad que destilaban procedía de unos gustos musicales sólidamente anclados en el rock and roll clásico y en bandas setenteras como The Faces, el grupo de Rod Stewart y Ron Wood.
The Clash, en 1980.
London Calling fue el tercer álbum de The Clash, tras The Clash (1977) y Give’em Enough Rope (1978). Lo grabaron justo después de su primera gira por Estados Unidos, un tour en el que tuvieron contacto con artistas de R&B, rockabilly y country como Bo Diddley, Sam & Dave o Lee Dorsey, y esa influencia se nota en el disco, más cercano al rock clásico.
Lanzado el 14 de diciembre de 1979, alcanzó el número 9 de las listas del Reino Unido: hay quien achaca ese flojo ránking al hecho de que era un disco doble, y era un formato entonces más asociado al rock progresivo que al punk-rock. CBS, su discográfica, quería un LP normal, pero Strummer y Jones insistieron en que el material que tenían era tan bueno como para grabarlo todo.
La mítica portada de "London Calling" (1980), con la foto de Pennie Smith.
Mucho se ha hablado de la portada del disco. En ella, Paul Simonon rompe su bajo Fender Precision en una instantánea que, a mí, me remite irremisiblemente a Pete Townshend. Quizás esa evocación de The Who, unida al marco que forma el título (copiado del primer álbum de Elvis) y a la increíble foto de Pennie Smith, compongan la magia de la portada. Por cierto, que se sabe que el golpe de la guitarra se efectuó a las 10.50 P.M. porque el reloj de Simonon se rompió, se quedó detenido a esa hora, y se lo regaló a la fotógrafa (que lo conserva como oro en paño). La guitarra rota está en el museo del Rock and Roll Hall of Fame de Cleveland.
La canción no se habría compuesto si Joe Strummer no hubiera sido un verdadero friki de las noticias. Algunos de sus versos proceden de hechos reales; por ejemplo, el que dice «A nuclear error, but I have no fear» se inspira en la fusión del reactor nuclear de Three Mile Island acaecida en marzo de 1979. London Calling ha quedado como uno de los arquetipos de las canciones-denuncia de The Clash, al hablar de cómo se podría destruir el mundo: una guerra, la edad de hielo, una hambruna, etc.
A nuclear era, but I have no fear:el reactor nuclear de la isla Three Mile, en Pennsylvania.
Ese espíritu combativo permaneció siempre en el grupo y en sus miembros, después de su separación en 1986. Incluso tras la muerte de Joe Strummer, en 2002. Ese año, fueron admitidos en el Rock and Roll Hall of Fame y el grupo, ya sin Strummer, se planteó reunirse para tocar en la ceremonia de admisión. Cuando se enteraron de que los asistentes pagaban 1.500 dólares por acudir a la fiesta y cenar, se negaron en rotundo, afirmando Simonon que «preferían tocar para el pueblo».
Un año después, en los Grammys, sí se produjo esa esperada unión y The Clash, acompañados por Bruce Springsteen, Elvis Costello, Dave Grohl y Steven Van Zandt, interpretaron en homenaje a Strummer la mítica London Calling. Os dejo con el momentazo:
The best of the 80s 
A parte de este doble lp (imprescindible en cualquier coleccion), y algún temilla suelto, el resto de la obra de los Clash la he encontrado siempre infumable. Así y todo, siempre me ha costado muchísimo escuchar el London Calling enterito y del tirón… No sé, siempre me ha parecido una fama un tanto artificial, la que es pusieron.
Y felicidades por el blog, lo leo desde hace muy poco pero ya me ha engachado 😉
Hola, Xavix, muchas gracias por tus felicitaciones y comentarios.
Desde mi profunda ignorancia siempre he considerado que si los 80 fueron una etapa inolvidable, musicalmente hablando, es porque todo valía, no existía lo «políticamente correcto».
Gracias a ello nacieron looks absolutamente estrafalarios, letras impensables hoy en día, sonidos estridentes, una nada oculta ambiguedad sexual, experimentos musicales de todo tipo y gente absolutamente increíble.
Aunque Los Pecos marcaran el nº 1 de los 40 Principales y las chicas llevaran fotos en sus carpetas de Leif Garret.
Lo bueno de la época es que, aunque los Pecos estuvieran en el número 1, los 40 Principales tenían otros 39 temas impresionantes con los que hoy no podríamos ni soñar.
Qué grandes los Clash. A mí siempre me ha costado quedarme con alguna de sus canciones y todavía no he decidido cuál es la que más me gusta, pero esta es una de mis preferidas, sin duda alguna. Sólo añadir: «I fought the law and the law won». 🙂
Yo creo que mi favorita es «Career opportunities».
PARA MI LA MEJOR DE LOS 80 ES FADE TO GREY DE VISAGE. AGLUTINA MEJOR QUE NINGUNA EL ECLECTICISIMO, EL SONIDO Y EL LOOK DE LOS 80.
Viste la entrada de Fade to Grey, entonces? 🙂
No, conozco esta página desde hace poco tiempo, pero cuando salió la canción allá por el 82 marco época. Era el himno de los New Romantics y hacía furor en las fiestas de mi instituto. Yo tenía 17 por entonces.
Totalmente de acuerdo contigo… aunque la canción salió un poco antes, cuando yo estaba en 1º de preescolar 🙂